La mayoría de fraudes se cometieron durante el covid, cuando los ancianos fallecían y nadie informaba de su deceso para poder quedarse con sus bienes.

Todos los tipos de robo de identidad son una molestia, pero ninguno más que el robo de identidad médica. Si un criminal roba su información personal para su uso médico, podría significar no sólo que su crédito se arruina, sino también que su vida se ve amenazada por registros médicos falsos.

Cada ser humano es único e irrepetible. Y entonces ¿por qué no usar el reconocimiento facial como reaseguro de que uno es uno, de nuestra identidad? En China ya es moneda corriente: ir a pagar al supermercado es poner la cara.